Botsu se ha hallado al fin con su auténtico yo. El Botsu que vivía en el mundo real poseía un corazón frágil que lo había aprisionado en una burbuja de soledad pero, al mirar como unos monstruos atacaban Monte Rueca,
Botsu alcanzó a mirar por un segundo, y casi de casualidad, los míticos “reinos oníricos”. Más tarde, el oráculo de los espíritus le guio a embarcarse en un viaje desde Monte Rueca. Una vez en el Castillo de Somnia, Botsu
Un grupo de tres turistas vuelan a lomos de un dragón hasta el castillo de Maou Mudo. Cuando llegan a la sala del trono, Mudo los asombra y termina con ellos. Botsu, el líder del grupo, despierta en su casa,
El Rey Somnus ordena a Botsu y a los otros ir a terminar con Murdaw y, para ello, deben dirigirse a la aldea sagrada de Gentil. Allí hallarán el “Providencia”, un navío que los habitantes de Gentil han heredado desde
Botsu y los otros consiguen el espejo de Ra en la Torre Especuluna. Gracias a él, descubren la existencia del Mundo de los Sueños (el mundo de arriba), un lugar donde los juicios más fuertes de las personas consiguen forma,
Botsu y los otros consiguen el espejo de Ra en la Torre Especuluna. Gracias a él, descubren la existencia del Mundo de los Sueños (el mundo de arriba), un lugar donde los juicios más fuertes de las personas consiguen forma,
Por último, Botsu y los otros han conseguido derrotar al malvado Murdaw, pero sus últimas palabras fueron aterradoras: “existen otros Temibles Adversarios; yo no soy más que uno de ellos…”. Una vez de vuelta en Somnia, Botsu informa al Rey
Con la finalidad de ultimar los preparativos para el festival, Botsu parte desde su pueblo natal, Monte Rueca, hacia la ciudad de Ganga. En su camino, es atacado por un monstruo que le hace estar cayendo por un gran agujero
Botsu y los otros han llegado a Azimuthia, el castillo viviente de Dhuran. Si consiguen derrotar a Dhuran, van a tener el camino despejado hacia la confrontación final en contra de el Archienemigo, pero… Norris, que está siendo manipulado por
Tras haber deshecho el sello de hace millares de años, y haber conseguido la mítica espada de Ramias en el Monte Niaquiniallá, Botsu ha derrotado por último al Temible Adversario Gracos, y ha llegado al fin a la ciudad mágica